El casco para los ciclistas es un elemento fundamental, ya que es de las pocas medidas de seguridad que importan en caso de accidente. Y si lo es para los adultos, más lo es para los niños y niñas, que aún no tienen su fisonomía totalmente desarrollada.
Con la llegada del verano y del buen tiempo, el uso de la bicicleta y el patín se multiplica, y se incrementa también el riesgo de accidente. Así con todo, el casco infantil se hace imprescindible para proteger a los más pequeños. A continuación vamos a ver por qué el casco infantil es obligatorio, y cuál y cómo debemos ponerles a nuestros hijos.
La importancia del casco infantil en bicicletas, patines y monopatines
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), más del 70% de los niños con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años montan en bicicleta al menos puntualmente. También según sus cifras, aproximadamente el 20% de los fallecidos en accidente de tráfico con edades entre los 10 y los 14 años iban montados en bicicleta. Si cruzamos ambos datos, descubrimos que el riesgo de sufrir un accidente de nuestros hijos es realmente alto.
Los golpes en la cabeza son la principal causa de hospitalización y fallecimiento en caso de accidente de tráfico de ciclistas. El riesgo es aún mayor en menores, que aún no tienen su fisonomía plenamente desarrollada y el impacto de su cabeza puede ser más letal. De ahí la importancia del uso del casco infantil, de la que debemos concienciarnos más allá de su obligatoriedad.
El casco puede reducir y evitar lesiones graves en caso de caída o colisión, incluso cuando la causa de estas es un accidente frontal contra un vehículo. Su estructura está diseñada para absorber gran parte de la fuerza del impacto, así como para repartir la que no puede ser absorbida por una mayor superficie alrededor del cráneo. Según la Asociación Española de Pediatría, se estima que el uso correcto del casco en la bicicleta o patín puede reducir el riesgo de lesión craneal y cerebral en un 88%, y el de fallecer como consecuencia del golpe, en un 26%.
¿Es obligatorio el uso del casco infantil en bicicleta o patín?
El uso del casco para ciclistas viene recogido en el Reglamento General de Circulación (RGC). En su artículo 118 señala que la obligatoriedad de su uso viene determinada por el tipo de vía por el que circulamos y por la edad del propio ciclista:
- Como norma general, el uso del casco es obligatorio solo en vías interurbanas. En vías urbanas, aunque recomendable, es opcional.
- Como norma específica, los menores de 16 años están obligados a usar casco siempre, independientemente del tipo de vía por el que circulen.
Por su parte, el artículo 119 del RGC establece excepciones concretas al cumplimiento de la norma, en cuyos casos sí es posible prescindir del casco:
- En condiciones de calor extremo.
- En tramos prolongados con fuerte pendiente ascendiente.
Como vemos, los mayores de 16 años no están obligados a usar el casco en determinados casos. Aunque los expertos recomiendan que sí nos lo pongamos en cualquier circunstancia, especialmente si vamos a circular con algún menor, para dar buen ejemplo y ayudarles a entender su importancia.
Requisitos que debe cumplir el casco infantil
Hay algunos requisitos que debe cumplir el casco de nuestro hijo o hija obligatoriamente. Lo tendremos en cuenta tanto si ya tenemos uno que queremos pasar de un hermano a otro como si vamos a comprar uno nuevo (lo más recomendable en todo caso).
Homologado por la Unión Europea
Debemos fijarnos que el modelo cuente con certificados como el CE EN1078-1997 (principalmente) y el A1-2005. La norma nos garantiza que el modelo cumple con los estándares mínimos de campo de visión, absorción de impacto y capacidad de retención, entre otros. También los requisitos de peso, ya que el cuello del menor aún no se ha desarrollado plenamente y puede sufrir molestias y lesiones.
Tener el tamaño adecuado
Muy importante si queremos aprovechar un casco heredado de otro joven. Debe corresponderse al tamaño de la cabeza del menor sin excepción, y no basta con ajustar las correas para sujetarlo a su barbilla. Recuerda que algunos modelos traen almohadillas y anillos de ajuste para aprovechar el casco en diferentes edades.
Estar en perfecto estado
Si el casco ya ha sufrido algún golpe de importancia, debemos sustituirlo aunque no parezca dañado. Hay que vigilar también la fecha de caducidad marcada por el fabricante, aunque generalmente se recomienda cambiarlo tras los cinco años de uso.
Cómo elegir qué casco comprar para niños y niñas
Cuando vamos a comprar un casco nuevo es posible que nos sintamos abrumados por la gran cantidad de modelos y tipos que existen. Aquí lo importante es que no nos dejemos llevar por los colores brillantes y los estampados divertidos, y nos fijemos en las necesidades según el uso que se le vaya a dar.
Formas y agujeros
Los cascos infantiles suelen tener forma de media concha, con la parte trasera más redondeada para proteger la zona occipital del cráneo. Para garantizar la ventilación de la cabeza, suelen contar con canales de aire, generalmente ocho, aunque podemos encontrar con quince o más.
Materiales de fabricación
De forma básica podemos decir que los cascos infantiles se componen de dos partes: una carcasa exterior y un forro interior. La carcasa suele estar fabricada en policarbonato, PVC o plástico ABS, con diferentes acabados estéticos. El forro interior suele contener EPS u otros plásticos espumados de alta densidad, destinados a la absorción de los golpes.
Correas y sujeciones
Lo ideal es que el casco lleve el sistema IAS, que incorpora una corona trasera que permite ajustar el casco a la cabeza con una sola mano. Para la barbilla lo mejor es una correa progresiva y ajustable que puede incorporar protector extraíble. También podemos buscar los sistemas con hebilla de liberación rápida de tres posiciones.
Accesorios de protección
Algunos modelos permiten incorporar accesorios que mejoran la protección del niño. Estos pueden ser desde una simple visera para proteger del sol hasta mentoneras desmontables que convierten el casco en integral.
Cómo llevar puesto el casco correctamente
De nada sirve un casco de buena calidad y en perfecto estado si no lo usamos correctamente. Cuando se lo vayas a poner a tu hijo o hija, asegúrate de revisar los siguientes aspectos:
- El casco debe cubrir la cabeza de forma cómoda y firme, que cubra bien la nuca pero sin descuidar la parte superior de la frente.
- Las correas y la hebilla deben estar ancladas y ajustadas de forma que el casco quede ceñido pero cómodo para el menor.
- El casco no debe quedar holgado ni la cabeza debe poder moverse dentro de él. Hay que asegurarse de que no hay posibilidad de que la barbilla se deslice por debajo de las correas y el casco pueda soltarse.
Como vemos, el uso del casco infantil es muy importante para niños y niñas, pues de ellos depende su salud a la hora de montar en bicicleta o patín (o si los llevamos nosotros). Tampoco debemos quitar importancia al tipo de casco que le pongamos, así como a sus características, pues puede suponer la diferencia entre un golpe sin importancia y una lesión de gravedad con consecuencias nefastas.
En Circula Seguro | ¿Por qué el casco no es obligatorio en ciudad para los ciclistas?
Imágenes | iStock: pekour, jacoblund, tatyana_tomsickova, molka. Pexels: Tatiana Syrikova, Markus Spiske, Darcy Lawrey.