Cómo comprar un coche de segunda mano

Josep Camós

18 de octubre de 2007

Cada año se compran y venden en España más de un millón de coches usados. Son muchas operaciones, y no sé yo si alguno de vosotros os habréis encontrado con una de esas situaciones que te dejan la sensación de haber hecho el primo pagando un dineral por un coche que, a la que rascas un poco, resulta que está más dejado que la dieta de Homer Simpson.

Antes de comprar, hay que probar. Conocí un profesor de Mecánica que esto de evaluar coches de segunda mano lo tenía claro: «Tú le dices al vendedor que te quieres llevar el coche para probarlo y lo primero que haces es meterle cinco o diez euros de gasolina. Y entonces, a probarlo de verdad, que para algo se lo vas a comprar».

Hay que fijarse en la espuma del asiento. Si está muy blanda y el cuentakilómetros dice que aquel coche ha andado poco, puede ser que lo hayan manipulado. Entonces arrancas y todavía con el freno de mano puesto, pones primera y te dispones a salir. ¿Qué ocurre? ¿El coche se cala o bien el embrague patina como los chicos del Holiday on Ice? Luego pones el coche a correr por la autopista y con cuidado de que no venga nadie frenas a tope cogiendo el volante con dos dedos. ¿Se desvía el coche o mantiene la trayectoria?

Mientras circulas, es cuestión de vigilar también con el tacto del cambio, de los pedales y del mismo volante. Cualquier cosa extraña que detectemos nos tiene que poner en alerta. ¿Por qué el volante tiene tanta holgura? ¿Cómo es que cuesta meter la primera marcha? ¿Qué es ese ruidito que ahora estás dispuesto a perdonar y en cuatro días te sacará de quicio?

Además, podemos repasar algunos elementos del coche que conviene revisar antes de darle el sí definitivo al vendedor. Sé que la lista es algo larga, y por eso la he dejado en una serie de preguntas simples no para memorizar sino para tener en cuenta por si alguien no había reparado en alguno de estos detalles:

Motor
Nivel y aspecto del aceite. ¿Necesita un cambio?
Correa trapezoidal. ¿Está tensa? ¿Está rasgada?
Correa de distribución. ¿Cuándo se cambió? ¿Está tensa? ¿Está rasgada?
Refrigeración. ¿Se observan fugas? ¿Los conductos presentan buen aspecto?
Filtro del aire. ¿Está sucio?
Encendido. ¿Cómo están las bujías? ¿Hay poros en los cables?
Aspecto general. ¿Da una buena impresión?

Frenos
Cilindro. ¿Se observan pérdidas?
Pastillas. ¿Se ve la marca de desgaste?
Discos. ¿Tienen cortes o se ven rastros de corrosión?

Suspensión
Amortiguadores. ¿Se observan manchas o pérdidas de aceite?
Árbol de transmisión. ¿Hay piezas con grietas?
Ejes: ¿Se observa un desgaste desigual en los neumáticos?

Neumáticos
Presión. ¿Llevan el nivel recomendado por el fabricante?
Dibujo. ¿Tiene una profundidad suficiente?
Flancos. ¿Se observan daños por bordillazos?
Antigüedad. Según la fecha de fabricación, ¿están viejos?
Rueda de repuesto. ¿Su apariencia y su presión de inflado son correctos?

Carrocería
Juntas. ¿Se ven cortes, poros o incluso musgo?
Parabrisas. Una vez limpio, ¿se aprecian rayas o grietas?
Salidas de agua. ¿Están taponadas?

Sistema eléctrico
Batería. ¿La carcasa está intacta? ¿Los polos están limpios? ¿Están oxidados?
Toma de tierra. ¿Hay corrosión en las conexiones?
Cables. ¿Se ven agujeros o mordeduras?
Fusibles. ¿Están todos y en buen estado?
Iluminación. ¿Funcionan todas las luces? ¿Y los testigos del salpicadero?
Faros. ¿Cómo están los reflectores? (color y opacidad)

Sistema de escape
Corrosión. ¿Se aprecian manchas de óxido?
Uniones. ¿Las uniones son estancas?
Soportes. ¿Las gomas de sujección están intactas?

Habitáculo
Interior. ¿Se aprecia humedad u olores extrañas?
Asientos. ¿Se desplazan al sentarse? ¿Están polvorientos?

Otros
Limpiaparabrisas. ¿Están doblados? ¿Las gomas presentan cortes?
Lavaparabrisas. ¿Funciona adecuadamente?
Gato. ¿Funciona correctamente?
Triángulos de preseñalización de peligro. ¿Están homologados y presentan el sello CE?

Si nos tomamos la molestia de darle un repaso al coche antes de entregar el dinero, no sólo nos ahorraremos muchos viajes al taller sino que evitaremos poner en riesgo tontamente nuestra seguridad y la de quienes nos rodean.