Aunque ya hace tiempo mi compañero Josep habló sobre el protocolo PAS (Proteger, Avisar, Socorrer) para poder prestar nuestra ayuda de la mejor forma posible, no está de mas que hagamos una pequeña puntualización por si alguna vez nos encontramos con un accidente de moto.
Porque si eres de los que sale los fines de semana ya sea en grupo, en solitario pero sobre todo por carreteras frecuentadas por motoristas, hay muchas posibilidades de que un día te encuentres con un accidente. Lamentablemente tengo la experiencia en ello. Y mejor tener claro qué hacer en ese momento.
Proteger
Importantísimo. Es la diferencia entre que a partir de este momento todo vaya más o menos por los cauces correctos o bien, convertirse en otro implicado más en el accidente.
En cuanto nos percatemos del accidente lo primero es el instinto de autoprotección. Nuestra ayuda es muy importante, por lo que no nos podemos poner en riesgo. Es el momento de detener la moto en un lugar seguro, fuera de la circulación o en su defecto lo más orillado a la derecha que podamos, encendiendo las luces de emergencia o el intermitente derecho.
Mucho cuidado al bajarnos de la moto. Observar el tráfico existente. Si vamos solos, hacernos una composición de como se encuentra todo. ¿Dónde está el accidentado? ¿Y el vehículo? ¿Está a salvo de la circulación o puede ser arrollado?
Si está fuera de la carretera y está permanece más o menos despejada, intentar buscar ayuda de otros conductores. Uno ayuda, pero tres personas colaborando es una mejor asistencia. Si por el contrario el conductor está tendido sobre uno de los carriles, hacer señas a los conductores que pueden venir por ese carril para que detengan su vehículo. En caso de que los dos carriles estén obstaculizados, pensar siempre en proteger al accidentado. No vais a poder vosotros solos avisar a los conductores de los dos carriles.
Para movernos y señalizar, siempre desde el arcén del carril, buscando una posición y actitud defensiva. Mover los brazos hacia arriba y abajo, pidiendo que aminoren la velocidad hasta que se detengan y entonces pedir colaboración en los mismos términos, es decir, seguir pensando en la seguridad de la gente que para a auxiliar.
¿Cuántas son las personas mínimas e ideales para ayudar en un accidente? Tres. Dos para señalizar, uno en cada sentido y un tercero para pedir la ayuda y hablar con los servicios de emergencia. Otra persona o dos para echar una mano con el accidentado no vienen mal (sacar fotos, ayudar a que la circulación no se detenga a mirar, que bordee los obstáculos, etc.). Una vez la situación está controlada, pasamos a la siguiente fase.
Avisar
Llamar inmediatamente al 112. Es el teléfono único en toda Europa para emergencias. Además, está operativo desde un móvil sin desbloquear el PIN o sin cobertura.
Una vez establecido el contacto con los servicios de emergencia, dar todos los datos posibles: ubicación, tipo de accidente, número de accidentados, estado en el que se encuentran, etc. Con estos datos y lo que nos pregunten, elegirán el protocolo de actuación y medios más adecuados (aviso a la Guardia Civil, ambulancias, helicópteros medicalizados, etc).
Dar nuestros datos y teléfono por si necesitan volver a contactar con nosotros y esperar siempre a que nos digan que podemos colgar el teléfono cuando hayan recabado toda la información. Tras ello, podemos pasar a la tercera fase.
Socorrer
Socorrer es una de las partes más complicadas. Si no tenemos conocimientos de medicina, lo mejor es hacer lo mínimo ya que podemos empeorar el estado del accidentado. En la mayoría de los casos, un NO es la respuesta.
No moverlo. No quitarle el casco. No quitarle ni la ropa ni los guantes, como mucho en caso de mucho calor abrirle la cremallera de la chaqueta o en caso de frío, abrigarlo con otra chaqueta o una manta. O si está lloviendo intentar protegerlo del agua.
Si está consciente, no dejemos que desvíe su atención o intente moverse a no ser que tengamos muy claro que puede hacerlo. Para ello podemos pedirle que vaya moviendo de una en una sus extremidades. Primero los brazos y luego las piernas. Si lo puede hacer, pedirle que se incorpore por sus propios medios para luego, y si vemos que puede, ayudarlo a sentarse.
Que no se ponga de pie inmediatamente. No es extraño que con el accidente, sus facultades estén mermadas con lo que ni su equilibrio ni orientación es el correcto. Tras unos minutos de pie puede incorporarse completamente para, al menos, llevarlo a una ubicación segura donde esperaremos a los sanitarios.
Es mejor esperar a la ambulancia si la hemos avisado que trasladarnos en un vehículo particular. Ellos tienen más conocimientos para ver en qué estado se encuentra y trasladarlo en caso de ser necesario al hospital en mejores condiciones.
Si tiene alguna extremidad rota o lesiones, hablemos con él, intentemos tranquilizarlo y que no se mueva ni preocupe. Mejor mentirle diciéndole que no tiene nada grave y que permanezca relajado.
Por último, cuando llegue la ambulancia y la Guardia Civil, prestar toda nuestra colaboración y facilitarle todos los datos que tengamos. Desde si conocemos o no al accidentado hasta lo que ha ocurrido o lo que hemos hecho.
Y recordad: Proteger (a nosotros y al accidentado), Avisar (llamar al 112) y Socorrer (según nuestros conocimientos)
Más información | En caso de emergencia (1): el PAS y el 112, Cuatro consejos a seguir en caso de accidente
Foto | jason sager