¿Sabía que es posible recibir información sobre un siniestro de tráfico a través de tu casco? La conectividad, que ya está muy presente en algunos coches, llega también al sector de las dos ruedas con el objetivo de incrementar su seguridad. Como usuarios vulnerables, es especialmente importante implantar medidas encaminadas a mejorar la situación de los motoristas en el tráfico. El casco conectado es un ejemplo de cómo la tecnología y la seguridad se unen para incrementar su protección.
El coche conectado es toda una realidad que permite al usuario tener acceso a internet y que es capaz de emitir y recibir datos. Esto ofrece multitud de funcionalidades, algunas de ellas encaminadas al “infoentretenimiento” y otras dirigidas a incrementar la seguridad de los ocupantes. Gracias a esta conectividad, el usuario también puede ahorrar gastos, cuidar del medioambiente y realizar un mantenimiento óptimo de su vehículo.
Esta apuesta por la conectividad se traslada también a las motos, en concreto, al casco. La empresa Livall ha desarrollado un casco, el MC1, que permite conectarse a las plataformas digitales de las autoridades de tráfico. Se trata de un casco inteligente y autónomo que, en caso de un siniestro de tráfico en carretera, manda una señal a la plataforma y ésta emite una señal directa al casco de los motoristas que se encuentran más próximos para que reciban esta alerta mediante comando de voz y sean conocedores de este incidente. De esta forma, los usuarios pueden extremar las precauciones y se puede agilizar la llegada de la atención sanitaria al lugar del siniestro.
Desde la compañía aseguran que gracias a la información del tráfico que pueden recibir los motoristas se salvarán muchas vidas y, además, se conseguirá una movilidad más eficiente y sostenible. El casco puede emitir una señal a emergencias o avisar mediante mensaje de texto a los contactos que se considere en caso de siniestro de tráfico o caída gracias a su conexión con el teléfono móvil. Además, cuenta con iluminación inteligente con luces de posición y luces de freno incorporados en el propio casco para ofrecer la mayor cantidad de información posible al resto de usuarios.
Además, este importante dispositivo de seguridad desarrollado por Livall cuenta con una tarjeta 5G con la que se pueden intercambiar datos online. Dispone de aislamiento térmico y acústico para el viento y está fabricado en fibra de vidrio. Está debidamente certificado y homologado y cuenta con ECE-06 y DOT.
Con esta nueva movilidad más inteligente, los motociclistas también disponen de la posibilidad de contactar, en un radio de hasta 1,3 kilómetros, con el resto de conductores de motos que tengan la función walkie-talkie y pueden disponer de una cámara incorporada en el frontal del casco para grabar todo lo que ocurre durante la circulación.
La tecnología y la conectividad al servicio de la seguridad vial y las dos ruedas.