El carnet de conducir (o carné, aunque a mi me gusta más la forma tradicional) que obtenemos en España es el carnet B, generalmente, o el carnet B para coches automáticos. Este último es un carnet restrictivo porque no permite que el usuario conduzca coches con transmisión manual, así que, realmente, es un poco extremo decidir sacarse el carnet conduciendo siempre un coche automático.
Pero ahora hay eléctricos. Y también coches híbridos. Y todos ellos disponen de transmisión automática, y por cierto muy eficiente, cómoda y de respuesta muy satisfactoria. Siguen siendo muy pocos, es cierto, pero poco a poco irán ganando terreno y cuota de mercado, y puede llegar un momento no tan lejano en el que la mayoría de los coches sean automáticos, y lo raro sea cambiar de marchas pisando el embrague. En Noruega lo tienen claro, y ya existe una persona que ha conseguido el carnet para conducir, exclusivamente, coches eléctricos.
Antes de seguir quiero comentar que no creo, nunca, en los permisos restrictivos. Más que nada porque si te sacan de tu coche o tipo de caja de cambios, a todos los efectos pueden asimilarte a una persona que no tiene carnet de conducir. Y eso tiene sus peligros: pueden multarnos si conducimos el coche equivocado, podemos tener un desliz o un error de cálculo por no tener las maniobras y acciones sobre los mandos suficientemente mecanizadas,… podemos estar en peligro, realmente.
Carnet exclusivo y pruebas complementarias
Sin embargo, por lo que leo en el original, la idea es lógica en ciertos entornos. En Noruega se premia cualquier cosa que no lleve motor de combustión, es decir, se desincentiva la compra y uso de coches convencionales. Al contrario, se premia el uso de soluciones más amables con el medio ambiente y, concretamente, coches híbridos, pero sobre todo eléctricos.
Sobre eso precisamente versa el vídeo de a continuación. En Noruega se realizan pruebas especiales a la hora de entrenar a los nuevos conductores. Es decir, no solo tienen que adquirir los conocimientos adecuados, sino que deben pasar por pruebas como la conducción sobre hielo, o la esquiva aleatoria, cosas que hemos reivindicado aquí como un plus interesantísimo para incluir en los programas de formación vial vigentes. Y si no es la conducción sobre hielo lo más interesante en España, sí lo es conducción sobre superficies deslizantes como, un, dos, tres… lluvia.
Esa especificidad es envidiable. ¿A quién se le ocurre meterse de lleno en carreteras noruegas sin saber cómo reacciona un coche sobre el hielo?
Después de ver el vídeo, que por cierto tiene un componente de promoción enorme de los coches eléctricos,… después de verlo podemos asegurar dos cosas: que la mujer que ha aprendido a conducir en un coche eléctrico parece convencida de quedarse para siempre en el lado del electrón, y que al menos sabemos que va a tener unas mínimas capacidades para salir del paso sobre carreteras heladas, sobre todo si de repente se encuentra con un alce volador o unos seres humanoides que no camina, flotan.
Bromas aparte, creo que la diversidad es buena en ciertos casos, aunque no estaría de más que esta mujer recibiese clases complementarias para conducir un coche con motor de combustión interna, por si las moscas. Pero claro, no estaría mal que en España existiesen clases complementarias para conducción sobre lluvia, esquiva aleatoria, conducción en nieve o hielo… con eso todos ganaríamos en seguridad, pero también en conciencia de lo que nos espera ahí fuera.
Vía | Motorpasión