Con la llegada de la primavera, los planes de acampada al aire libre se convierten en una de las opciones deseadas por los más moteros. La sensación de libertad, las ganas de aventura y el contacto con la naturaleza se disfrutan al máximo cuando es sobre las dos ruedas. Aunque este es un placer no exento de ciertas incomodidades.
Un plan de camping en moto ha de ser, por encima de todo, minimalista. Un ejercicio personal por intentar llevar contigo lo mínimo e imprescindible y aprovechar cada hueco libre. Sin duda, Marie Kondo estaría orgullosa de leer este artículo. ¡Vamos a preparar el petate!
Primer paso: revisa el parte meteorológico
Como hemos mencionado, nuestra moto no tiene la misma capacidad de almacenaje que un vehículo utilitario. Por ello, solo podremos llevar aquello que vayamos a necesitar. Al tratarse de un plan para disfrutar del aire libre, sin duda, nos vemos expuestos a los caprichos del tiempo. Escoger un destino frío o en temporada invernal va a engrosar nuestro equipaje considerablemente. Nuestro lema para un viaje de acampada en moto podría ser: «el frío sí ocupa lugar y la lluvia es mala consejera».
Si te mojas, probablemente ya te mantendrás mojado durante todo el trayecto. Y si por la noche hace frío, agradecerás haber llevado un edredón ligero como complemento al saco de dormir. En cualquier caso, comprueba el tiempo antes de planificar tu viaje para elegir las fechas más adecuadas y evitar una incomodidad más. Así podrás adaptar tu moto a un equipaje “campero” más liviano.
Cómo llevar el equipaje necesario para acampar
Es hora de sacar papel y lápiz y organizar una lista con lo que vas a cargar en tu moto de camping:
- Ropa: en primer lugar debes organizar la vestimenta, tanto la necesaria para la conducción (protecciones y equipación) como para el día a día. Recuerda llevar siempre los brazos cubiertos tanto por el frío y la lluvia como para protegerte de las picaduras. ¡Y no te olvides de llevar una muda nueva y seca de repuesto!
- Tienda de campaña: olvídate de las de montaje fácil; mejor opta por aquellas que se guarden enrolladas y puedan ir enganchadas a la parrilla de la moto.
- Saco de dormir y esterillas: lo más ligero y compacto posible y que cuente con tiras para poderlo llevar enganchado.
- Chubasquero cubremochilas o bolsa impermeable: evitarás que todo el petate se moje durante el viaje.
- Botella de agua: independientemente del clima, es importante estar siempre bien hidratado.
¿Ya lo tienes todo? ¡Estupendo! Pues ahora escoge entre 5 y 10 ítems y elimínalos de la lista para quedarte exclusivamente con lo imprescindible. Seguro que no echarás tanto en falta esa cámara de fotos y quizá tus tres libros favoritos te cabrán mejor en formato digital.
Cómo colocar el equipaje en la moto
Cuando nos vamos de camping en una moto, el equipaje debe de estar anclado de la forma más segura posible. Para ello debemos procurar que todo esté colocado bien centrado en el vehículo y sin que su altura sobresalga demasiado. No solo por una cuestión de seguridad, sino también de aerodinámica. En este sentido, unas redes elásticas multi-anclaje o “pulpos” se convertirán en tus mejores aliadas. Puedes buscar también algunas cinchas con hebilla auto-tensable en tiendas especializadas (son las típicas que sirven de anclaje en los remolques de las motos).
Inmoviliza todo el paquete más ligero en la parte trasera (fundas, edredones, sacos, esterillas) y guarda los elementos más pesados en las maletas laterales o baúl (herramientas, piquetas). Otra opción es utilizar una bolsa sobre depósito que se fije al tanque mediante imanes; resulta muy cómoda y evita tener que estar atando y desatando continuamente los bagajes.
Otras formas de almacenaje y transporte en moto
Es importante tener en cuenta el tipo de motocicleta para organizar el equipaje. En función del carenado y la altura del vehículo podremos usar uno u otro almacenaje. Los modelos tipo naked o deportivo admiten la instalación de alforjas, algo que es más complicado en las motos de enduro o chopper. En cambio, es habitual que el baúl trasero aparezca en los ciclomotores o scooter. Las tiendas especializadas pueden orientarnos en este sentido, pero, por lo general, podemos encontrar:
- Sissy bar o parrilla trasera: se trata de un tipo de respaldo en forma de “V” invertida que se coloca tras el asiento del pasajero. Además de proteger a este, permite la colocación y agarre de multitud de bolsas y es una gran solución como portaequipajes. Es muy típico ver estas parrillas en las motos tipo roadster, como las históricas Harley Davidson.
- Top Case o baúl trasero: es una opción que no falla nunca y que se encuentra en diferentes tamaños y formas en función de tus necesidades. Es, además, la forma de almacenaje más segura, no solo por su solidez e impermeabilidad, sino también porque te permite guardar las cosas de más valor bajo llave.
- Alforjas: se colocan en los laterales de la rueda trasera y pueden ser de diferentes materiales: tela, nailon, metálicas… Aunque son menos aerodinámicas, son un buen remedio en caso de tener que llevar elementos de gran peso. Eso sí, ambos lados de la moto deben tener un buen reparto de pesos y estar bien equilibrados para no afectar a la conducción.
- Bolsa de depósito: ya la hemos mencionado como una solución para guardar pequeños útiles que necesitemos tener siempre a mano. Pueden fijarse al depósito de tres formas: con imanes, con enganches y a través de una funda que forre el depósito.
- Otras opciones para el motorista: no descartes tampoco todo aquello que pueda llevar encima el propio motorista. Con esto nos referimos a las mochilas, riñoneras, bandoleras, bolsas de pierna (atadas al muslo)… Procura que ninguno de estos artículos limite tu libertad de movimientos ni perjudique las maniobras sobre tu moto.
De camping y con la casa a cuestas
Una vez ya tenemos todo equipado y listo, nos lanzamos al asfalto. Recuerda que no viajas solo, tu casa te acompaña en el recorrido. Y eso, aparte de poético, es un riesgo para la seguridad vial. La conducción sobre una moto cargada de equipaje es diferente y los movimientos deben ser aún más suaves que de costumbre. Cualquier desequilibrio, por ligero que sea, puede llevarnos al suelo. Lógicamente, la distancia de frenado aumenta al circular con un vehículo más pesado, por lo que mantener una distancia mayor con el vehículo que nos precede para frenar con tiempo mejorará nuestra seguridad.
Procura hacer descansos en el trayecto para comprobar la presión de los neumáticos y el estado de las suspensiones. La presión debe ser algo mayor que la habitual y las suspensiones, más duras para no hacernos brincar en cada frenada.
¡Y que no se te olvide revisar la ficha técnica de tu moto! El peso máximo de carga no lo podemos sobrepasar bajo ningún concepto, y al peso de la moto cargada hay que sumarle el nuestro y el de nuestro acompañante, si lo hubiera.
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