Los patinetes ya son un vehículo más dentro de la movilidad urbana y como tales, también comparten las cifras de siniestralidad de tráfico que reflejan las estadísticas. La cuestión es que, en relativamente poco tiempo, los patinetes eléctricos han pasado de ser un elemento prácticamente lúdico a un medio de transporte regulado por el Código de la Circulación.
El desconocimiento de las normas y también la imprudencia están detrás de muchos de los percances que arrojan las cifras. Por ello, Fundación MAPFRE y CESVIMAP (Centro de Experimentación y Seguridad Vial de MAPFRE) han elaborado un estudio sobre las incidencias registradas por los patinetes eléctricos, desde el cual analizar las principales causas de estos siniestros y ofrecer una serie de recomendaciones que contribuyan a eliminarlos.
Irregularidades
Una de las principales conclusiones es el preocupante número de irregularidades que se comenten a bordo de estos vehículos, contrarios por tanto a la normativa vigente: dos personas viajando en el mismo patinete, menores de 15 años, circular sin casco a velocidades de entre 40 y 50 km/h, circular de noche por carreteras locales… Por tanto, el estudio asegura que “uno de los aspectos fundamentales es conseguir un comportamiento de los usuarios respetuoso y solidario con el resto de modos de transporte, tanto activos como motorizados, y muy en particular con los usuarios más vulnerables de las vías de circulación (niños, personas mayores y personas con algún tipo de discapacidad)”.
Concienciación
En este sentido, algunas empresas de patinetes ya han editado interesantes vídeos para concienciar a los usuarios acerca de la importancia de este comportamiento, tanto para su seguridad como para los demás. Más aún, algunas ya han desarrollado un tipo de portacascos incorporado en el propio eje del patinete. Se trata de una solución especialmente dirigida a los vehículos compartidos, ya que sus usuarios a menudo no llevan encima un casco. Es importante recordar que el usuario de un patinete particular debería siempre usar su propio casco, además de prendas de alta visibilidad.
Alcohol y otras drogas
Otro de los aspectos clave relacionados con la siniestralidad de patinetes es el consumo de alcohol y otras drogas. El estudio se hace eco de una reciente investigación desarrollada en Noruega, que indica que el siniestro típico con lesiones de usuarios de patinetes eléctricos en la capital Oslo sucede con un conductor joven, en una noche de fin de semana y tras haber consumido alcohol u otro tipo de sustancias. El 39.5% de los usuarios de patinetes lesionados entre 2019 y 2020 había consumido sustancias, según los propios usuarios.
El papel de las administraciones públicas
El papel de las administraciones públicas para garantizar los derechos de todos los ciudadanos, empezado por el derecho a una movilidad segura, es también clave. Especialmente, el papel de los ayuntamientos que, tal y como afirma el estudio, deberían recopilar datos e indicadores comunes sobre la seguridad de los desplazamientos en todos los modos de transporte, y también en patinetes eléctricos.
De hecho, a petición de muchos ayuntamientos -de ahí la importancia de la administración local en materia de seguridad vial-, España ha sido el primer país del mundo en establecer un límite genérico de velocidad urbana en calles con un solo carril o con un solo carril por sentido de circulación de 30 km/h. Los ciclocarriles habilitados en ciudades también cuentan con ese mismo límite de velocidad. Está comprobado que el límite de velocidad de 30 km/h reduce notablemente el riesgo de lesión en caso de colisión entre un vehículo a motor y usuarios vulnerables (peatones ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos, entre otros). En este momento resulta fundamental mejorar el grado de cumplimiento de este nuevo límite de 30 km/h.
Además de todo ello, las principales recomendaciones del estudio son:
1. Fomentar el intercambio de buenas prácticas, difundiendo entre todas las empresas aquellas más efectivas a la hora de reducir los riesgos viales.
2. Reforzar la colaboración entre empresas en el ámbito de la seguridad y prevención de lesiones.
3. Acordar un marco de datos y evaluación de la seguridad vial compartido entre todos los operadores, en todas las ciudades y en todos los países europeos, para hacer posible un seguimiento y evaluación de la siniestralidad.
4. Trasladar en la medida de lo posible las buenas prácticas desarrolladas por las empresas de patinetes eléctricos compartidos al ámbito de los patinetes eléctricos privados.
5. Insistir en la formación vial de los usuarios de patinetes, con el objetivo de eli- minar la “brecha educativa” de quienes comparten las mismas vías de circulación: aquellos que conocen las normas de circulación y convivencia y aquellos que no.
6. Controlar el uso indebido de cualquier tipo de vehículos como vía para luchar con la aparente sensación de impunidad que exhiben determinados usuarios.
7. Seguir aumentando las infraestructuras (carriles) protegidas y extremar el mantenimiento de los carriles utilizados por los usuarios de patinetes eléctricos (carriles a menudo compartidos con los ciclistas).
8. Mejorar el grado de cumplimiento de este nuevo límite de 30 km/h, ya que todavía un alto porcentaje de conductores de vehículos a motor no lo respeta.
Para más información sobre el estudio: https://documentacion.fundacionmapfre.org/documentacion/publico/es/media/group/1116513.do