Lo que son las cosas. Hace poco hablábamos del coche autónomo como algo real, pero casi restringido a las pistas de pruebas y los recintos controlados si exceptuamos el caso de Google y California. Como sabemos, allá se permite que el coche autónomo circule libremente por las carreteras del estado, lo cual no quita que se haya producido el que, seguramente, es el primer accidente de tráfico en el que está involucrado un coche de estas características. No se sabe si fue fallo del coche, o del conductor humano, eso sí.
Pero fuera de esos entornos y circunstancias, no habíamos visto (al menos el que suscribe) una experiencia por autopista. Bosch ha filmado cómo han sacado a tráfico abierto” su modelo de conducción autónoma, eso sí, asegurando que estaba controlado en todo momento, que a los mandos estaba un conductor experimentado presto para coger las riendas y afrontar cualquier situación de peligro imprevista.
¿Por qué probar en una autobahn?
Aunque a priori pueda parecer poco lógico, hacer una prueba de este tipo en una autopista es lo más sencillo y seguro que se puede intentar. No hay tráfico en sentido contrario, no hay posibilidad de que se crucen peatones de manera imprevista, y apenas hay situaciones de tráfico que se cruce en nuestro camino. Las velocidades son más altas, pero eso no es un gran impedimento para conseguir los objetivos: probar el sistema de conducción autónoma.
Para que el coche autónomo pueda circular con normalidad, el asistente de mantenimiento en el carril, el control adaptativo de velocidad y el sistema de aviso de cambio de carril suman sus lecturas a la información recogida sobre las inmediaciones del coche, por medio de un radar Bosch y sensores de vídeo. Todos los datos recogidos sobre el comportamiento y las reacciones del sistema autónomo sirven para refinar las funciones de conducción y para mejorar ayudas como la frenada de emergencia o los sistemas de evasión. Otros sistemas que se benefician de estos tests son aquéllos que permiten tomar el control del coche en atascos.
En todo lo que rodea al coche autónomo, si no hay pruebas en tráfico real no se va a poder avanzar lo suficiente como para conseguir sistemas fiables y efectivos en multitud de situaciones. Como parece evidente, el “entrenamiento” de los sistemas autónomos es algo que lleva tiempo y que debe ir consumiendo etapas, desde los primeros pasos en entornos súper controlados, pasando por pequeños paseos, pruebas en circuitos cerrados, simulaciones, intentos de conducción en ciudad o en autopistas. El camino es largio, pero como podemos ver en este vídeo, ya hemos recorrido un buen trecho, por mucho que falte todavía.
Imagínate a ti mismo dentro de tu vehículo, por la mañana, y tan solo pulsas un botón y dices ‘llévame al trabajo’
Esta frase que se escucha al principio del vídeo creo que resume perfectamente la filosofía que mueve a estos investigadores. ¿Se trata de una utopía? ¿Es un sueño acerca de un futuro diferente? ¿Será realmente útil, o simplemente acabará con los conductores tal y como los conocemos hoy en día?
Dependerá mucho del punto de vista de quien se plantee estas preguntas, porque para mi, sencillamente es un paso más hacia adelante, hacia un mundo donde sea posible automatizar las tareas más repetitivas para poder dedicarnos con más libertad a lo realmente productivo. No obstante, no creo que todo esto signifique que la conducción “manual” se prohíba o se penalice, más bien, terminará desapareciendo de forma natural, salvo excepciones. No pronto, pero si en 50 o 100 años, que tampoco es mucho.