Este verano vamos a la playa en coche eléctrico, ¿es posible?

Jaime Ramos

27 de junio de 2019

La autonomía del coche eléctrico ha constituido hasta la fecha uno de los principales obstáculos que impide que sus ventas sean mayores. Hasta hace pocos años los modelos de tecnología 100% eléctrica apenas rondaban los 100 kilómetros de autonomía real. Era impensable utilizar estos vehículos para realizar trayectos largos en unas vacaciones. Esto ha cambiado. Las autonomías han mejorado y, dependiendo de las circunstancias, puede que ya no sea tan descabellado utilizar un modelo eléctrico para viajar.

De este modo, vamos a repasar algunas de las claves que puedan propiciar un trayecto vacacional en coche eléctrico. Como es lógico, nos referimos a los mencionados modelos 100% eléctricos. Y es que la autonomía de híbridos o híbridos enchufables es muy superior, no contando con ese impedimento. En ese sentido, existen varios aspectos de seguridad vial que pueden variar para los conductores de este tipo de modelos.

La autonomía real del coche eléctrico

En primer lugar, es aconsejable tener muy presente la autonomía del coche eléctrico en condiciones de conducción reales. Este es un parámetro que los conductores de coches eléctricos tienen muy asumido, más allá de lo desvirtuado o no de la cifra según el ciclo de homologación que haya obtenido el modelo.

En el mercado existen ya eléctricos puros que pueden moverse por encima de los 200 kilómetros. Ahora bien, se debería tener en cuenta el tipo de vía por la que se va a circular en un trayecto más largo. En lo que se refiere a la autonomía, no es lo mismo circular por una autovía que por una carretera convencional. El factor diferenciador es la velocidad. La gran mayoría de eléctricos funcionan de forma más eficiente a velocidad que no superan los 100 km/h aproximadamente. De igual modo, orografía y desnivel son elementos que tener muy presentes.

Por tanto, preparar nuestro viaje se antoja aún más fundamental si lo hacemos en coche eléctrico. En el caso que estimemos que vamos a superar la frontera de la autonomía del coche eléctrico, será inevitable planificar una parada (o varias) para la recarga.

Factores qué tener en cuenta en la recarga

Autonomía del coche eléctricoLa propia autonomía del coche eléctrico contribuye a que no aparezca el cansancio por conducir más tiempo de lo recomendable. Claro que, estaremos obligados a detenernos allí donde podamos recargar el vehículo. Buena parte de las posibilidades de un viaje largo en coche eléctrico dependen de esto.

Para este caso, no es válido cualquier punto de recarga. En Circula Seguro ya os hemos hablado de todos los detalles que acarrea la recarga de los coches eléctricos. En un viaje de estas características, será preciso encontrar un punto de carga rápida, que permita devolver el 80% de la energía eléctrica a las baterías del coche eléctricos.

Estos no abundan, pero cada vez encontramos más de ellos y son la clave para salvar grandes distancias. Antes de aventurarnos, deberíamos comprobar la el estado de la estación de carga, bien a través de portales como Electromaps, bien contactando con el gestor del punto. Igualmente, es conveniente asegurarse de la potencia y de que el estándar de carga (el conector del vehículo) que permite es compatible con el del modelo eléctrico.

Si viajamos en verano con altas temperaturas, el calor puede ser otro elemento que tener muy en cuenta. No solo puede erosionar la autonomía, sino que es un factor de riesgo para la recarga. En aquellos puntos de la geografía donde el termómetro supera los 40º, una carga rápida al sol o dejar el vehículo enchufado durante un lapso elevado de tiempo puede conllevar cierto riesgo para la salud de las baterías.

¿Qué hacer si nos quedamos tirados por la autonomía?

Si se da la situación de que nos es imposible localizar en la planificación un punto de carga rápida, siempre es una opción hacer noche en un lugar intermedio con una recarga más lenta. Puede que retrase nuestra llegada al destino más alejado, pero nos permite descubrir otros puntos geográficos y propicia viajes más breves y, por tanto, más seguros.

Los conductores de coches eléctricos aprenden a sobrellevar la llamada ansiedad por la autonomía y esquivar el tan temido momento en que un coche eléctrico nos pueda dejar tirados en una cuneta. Casi no es necesario señalar  lo aconsejable de conversar la calma en todo momento. En caso de vernos obligados a estacionar, tendremos que hacer uso de elementos de seguridad como los triángulos de señalización o el chaleco reflectante.

Por suerte, fabricantes de modelos eléctricos y compañías de seguros son conscientes de que esta es una situación que se puede dar, por eso contemplan en sus planes de venta y pólizas soluciones rápidas para estos casos. El miedo por la autonomía no debería ser un factor que altere nuestra conducción. De hecho, el resto de vehículos también tienen posibilidades (aunque por otras causas menos habituales) de sufrir una situación similar.

Playas y coches eléctricos

Al igual que los vemos en las grandes ciudades, los coches eléctricos comenzarán a circular también por otros puntos de la geografía. En lo que a vacaciones respecta, se están convirtiendo también en una opción para el alquiler, sobre todo en territorios insulares. De hecho, algunas islas como Formentera está utilizando la movilidad eléctrica para fomentar un turismo más sostenible.

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Imágenes | iStock/Scharfsinn86 y PSA