Dile adiós al retrovisor del coche, pronto todo serán cámaras digitales

Daniel Murias

15 de julio de 2016

Uno de los elementos de seguridad al que muchas veces no se le presta la atención necesaria es el retrovisor. Esos espejos (son habitualmente tres, aunque el mínimo legal son dos) son los que nos permiten ver qué ocurre detrás de nuestro coche y a sus lados.

Es un accesorio sencillo y que desde la invención del automóvil apenas ha evolucionado. Sin embargo, el espejo retrovisor podría tener los días contados, ya que en Japón es legal que un coche carezca de retrovisores exteriores siempre y cuando equipe unas cámaras de retrovisión. Puede parecer un gadget, pero en realidad, el uso de cámaras digitales mejoraría la seguridad vial.

Los inicios

Los retrovisores están presentes en todos los coches desde prácticamente que se inventó el coche. Se tiene constancia de la idea de un retrovisor en el libro de Dorothy Levitt «The Woman and the Car» de 1906 en el que la autora recomienda a las mujeres que conducen llevar con ellas un pequeño espejo para ir mirando de vez en cuando detrás.

Sin embargo, la primera aparición de un espejo retrovisor se la debemos al piloto Ray Harroun, quien en las 500 millas de Indianapolis de 1911 uso por primera vez un espejo retrovisor en su Marmon de competición. De este modo, podía prescindir del copiloto (todos los pilotos llevaban uno para controlar los competidores que venían detrás) y competir con ventaja al tener un coche más ligero. Harroun no hizo suyo la idea, pues decía que lo había visto en un carruaje en 1904.

No fue hasta 1921 que Elmer Berger patentó la idea de un espejo retrovisor y que los fabricantes lo fueron adoptando progresivamente, hasta que se convirtió en obligatorio en todos los coches. Con una trayectoria tan larga, no creas que ha evolucionado en todos estos años.

La evolución

Retrovisor aviso ángulo muerto

Hasta mediados de los años 80, casi nada había cambiado. Es cierto que con el tiempo, el retrovisor exterior se podía regular desde el interior, primero de forma manual, y luego de forma eléctrica. Al mismo tiempo, el retrovisor se hacía más grande para, en una curvatura, poder ver en el ángulo muerto y que en otros retrovisores no podíamos ver. Fue la primera evolución del retrovisor en pro de la seguridad.

En 2007, Volvo introdujo el BLIS (por Blind Spot Information System) que alerta al conductor de la presencia de un vehículo en su ángulo muerto mediante una señal luminosa en el retrovisor.
A pesar de todas las evoluciones del retrovisor, la idea de usar cámaras para ver detrás y prescindir del retrovisor es algo que los propios fabricantes desean desde los años 80, como se ha podido ver en numerosos concept cars desde entonces.

El fin del retrovisor

cámara retroviosr y pantalla

El mes pasado, Japón se convirtió en el primer país en autorizar coches sin retrovisores y que usen cámaras para esa función. Es probable que dentro de unos años los vídeo-retrovisores sean la norma para los coches nuevos. Además, de facilitar la tarea de los diseñadores e ingenieros (ya no tiene que integrar esas protuberancias que generan turbulencias y no ayudan al consumo), también pueden aportar un plus en seguridad.

Las cámaras utilizadas pueden proyectar una imagen más clara de noche y en caso de lluvia, así como ofrecen un ángulo de visión más amplio que incluye el ángulo muerto de un espejo retrovisor tradicional. Además, pueden atenuar digitalmente el brillo del sol durante el día.

El próximo mes de agosto, saldrá a la venta un modelo de gama media en Japón -de un fabricante nipón- que equipará los vídeo-retrovisores Smart Rear View Monitor de la firma Ichikoh con tecnología de Panasonic. Será el primer coche de serie en equipar este sistema. Y esto no ha hecho más que empezar.

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