Andábamos ultimando el lanzamiento de Circula Seguro, hace como dos años, y en uno de nuestros posts de calentamiento contamos que la DGT prestaba su apoyo a la iniciativa de apuntar en la agenda de nuestro móvil un número ICE para que en caso de emergencia los servicios sanitarios pudieran localizar rápidamente a nuestros seres queridos y de esta forma contarles lo ocurrido cuanto antes.
Pues no: Era una leyenda urbana y como tal la desmentimos.
Mäs tarde comenzó a circular un correo en cadena emitido presuntamente desde Cruz Roja donde se nos pedía que almacenáramos el número de nuestros familiares con el nombre «AA Emergencia». Creo que lo recibí más veces que el correo de la niña con cuatro espaldas que moriría si yo no movía un dedo para salvarla. En fin, otro bulo más.
Hasta hoy.
Ahora sí que hay una campaña de Cruz Roja y el Ministerio del Interior. En ella nos piden que escribamos las letras «Aa» antes de nuestros contactos de emergencia. De esta forma, aparecerán siempre en primera posición y señalados de una forma inteligible para que, si tenemos un infortunio, nuestros seres queridos puedan ser localizados cuanto antes. «Avisar a» es la justificación mnemotécnica de las letras «Aa».
¿Cuál es el respaldo que le dan estas instituciones a la campaña? El suficiente como para que yo mismo escuchara hace un par de horas una cuña radiofónica pidiéndome que le pusiera el apodo «Aa» a mi señora esposa. No sé si lo haré, pero el presidente de Cruz Roja, Juan Manuel Suárez del Toro, ha puesto esta tarde en rueda de prensa un ejemplo de lo más ilustrativo: Si una madre sufre un accidente y no puede ir al colegio a recoger a sus hijos, con el contacto «Aa» se avisaría a la persona que pudiera resolver esta cuestión.
Total, que la cosa no va tanto de llamar por teléfono a nuestros padres, hijos o parejas en caso de emergencia para pedirles nuestro historial clínico sino para evitar a los familiares de las víctimas esas horas de angustia que viven cuando ven que hace rato que nosotros deberíamos haber llegado. No es mala idea, aunque me pregunto si siempre estarán localizables los móviles después de que el vehículo que los contiene haya sufrido un siniestro.
Y lo verdaderamente inquietante es que la idea inicial provenga en realidad de un correo en cadena. A partir de ahora, creo que me voy a creer eso de que si no reenvío la historia del japonés de las quince cabezas a un mínimo de 108 contactos no volveré a probar la tortilla de patatas… Nada, por si Aacaso.
Vía | Cadena SER
Foto | Phone Scoop, Josep Camós