Actualmente, muchos organismos de seguridad, como EuroNCAP o la NHTSA, están presionando para que todos los automóviles nuevos equipen un asistente de frenada automática. Aseguran que estos sistemas permitirían reducir el número de accidentes de forma significativa -hablamos de varios miles al año- y salvar numerosas vidas.
Frente a ese interés creciente por un sistema de ayuda a la conducción nos preguntamos si es realmente seguro, pero antes conviene recordar qué es, cómo funciona y por qué parece ser tan importante.